Keanu Reeves se está asegurando de pavimentar su camino a la inmortalidad. Muchos están de acuerdo en que muestra un lado humano que pocos actores tienen. Pero además, su humildad es de admirarse: nadie sabía que había creado en secreto una fundación para ayudar a niños con cáncer.
Reeves es una de las figuras más admiradas de Hollywood por tener un bajo perfil y mantenerse cerca de la gente. El protagonista de John Wick no alardea con sus donaciones como otras celebridades, y la muestra está en que tiene una fundación para ayudar en la investigación contra el cáncer en niños.
Dijo a Ladies Home Journal: “No me gusta que mi nombre aparezca ahí, solo dejo que la fundación haga su trabajo”. Recordemos que una de las hermanas de Reeves fue diagnosticada cuando era niña con leucemia en los años 90, pero pudo vencer la enfermedad unos años más tarde.
La publicación señala que Reeves generosamente dona su tiempo y utiliza su influencia como estrella del cine para que sus fans cooperen con donaciones, y participen en los esfuerzos para curar el cáncer.
La investigación sobre el cáncer es extremadamente cara, y a la larga, según los expertos, la conciencia pública será más importante que el dinero.
Además de su trabajo en esa fundación, Reeves dona al programa SCORE (Spinal Cord Opportunities for Rehabilitation Endowment que es un programa para rehabilitación de quienes tienen daño en la médula). La fundación fue creada luego de que un jugador de hockey sufriera graves daños en un juego de postemporada colegial.
Pocos saben que Reeves fue jugador de hockey en una liga local amateur en Los Ángeles (a la que ingresó cuando no era conocido), y a la que no faltó nunca incluso cuando estaba en la cúspide de la fama.
Otras de sus buenas acciones incluyen comprarle una casa a su madre; comprarle a los dobles de acción de The Matrix, motos Harley Davidson; rebajarse el salario para contratar otros actores; y cooperar para que las películas puedan filmarse cuando están en apuros.
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